Nadie se libra de padecer congestión nasal varias veces a lo largo de su vida. El resfriado común, la rinitis y la sinusitis son patologías frecuentes que causan este síntoma tan molesto.
Una gran mayoría de personas acuden a la farmacia cuando tienen congestión nasal y compran un descongestionante, normalmente en forma de spray.
Estos preparados contienen sustancias que tienen un efecto vasoconstrictor, es decir contraen las arterias y reducen la cantidad de sangre que llega a la mucosa nasal y a los cornetes reduciendo su tamaño y de ese modo alivian la congestión nasal.
Los descongestionantes son productos eficaces que proporcionan alivio inmediato pero también tiene una serie de contraindicaciones y efectos secundarios que debemos conocer.
Estos preparados actúan sobre el sistema cardiovascular y pueden agravar patologías como la hipertensión arterial y la cardiopatía isquémica (una enfermedad que impide que el corazón reciba la sangre necesaria).
¿Que provoca la adicción al spray nasal?
El principal problema de los descongestionantes no lo causa las sustancias químicas que contienen si no que se debe a su uso excesivo (abuso) ya que tienen un efecto descongestionante corto.
Los descongestionantes se deben usar 2 veces al día durante 3 a 5 días como máximo. Pero dada la corta duración de su efecto una gran mayoría los utiliza con mayor frecuencia y durante muchos más días.
Este abuso produce cambios patológicos en la mucosa nasal que llevan a un empeoramiento de la congestión y derivan en una enfermedad llamada Rinitis Medicamentosa. Esto se debe a que se desarrolla tolerancia y efecto rebote hacia los descongestionantes, es decir cada vez hay que usar mayor cantidad para notar efecto y la obstrucción nasal aumenta progresivamente a medida que se usan. Así se entra en un circulo vicioso y pernicioso y el uso de este tipo de productos se convierte en una adicción física y psicológica.
Los otorrinolaringólogos ven todos los días en sus consultas a pacientes que se quejan de dificultades en la respiración nasal y / o congestión nasal. La mayoría de estos pacientes han estado intentando solucionar este problema mediante el uso de descongestionantes. La duración del uso de estos medicamentos vasoconstrictores va desde unas pocas semanas hasta décadas y en la gran mayoría de los casos estos sprays se utilizan con una frecuencia diaria y durante un tiempo muy superior al recomendado.
El tratamiento de la rinitis medicamentosa implica, lógicamente, dejar de usar el descongestionante aún sabiendo la dificultad de superar la adicción y de que la congestión nasal puede empeorar temporalmente al suspender el tratamiento.
¿Cómo dejar la adicción al spray nasal?
Es aconsejable buscar la ayuda de un médico especialista (otorrino) para que valore el estado de la mucosa nasal y nos recomiende el tratamiento adecuado.
Algunos de los consejos para evitar el uso o dejar los descongestionantes son:
- Mantener la mucosa nasal húmeda, mediante por ejemplo el uso de suero salino o agua de mar
- Evitar aquello que produce un aumento de la congestión nasal como, por ejemplo, el tabaco y la polución
- Beber suficientes líquidos
- Utilizar una almohada alta para dormir con la cabeza elevada
- Utilizar productos que no produzcan tolerancia ni efecto rebote
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