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Una de las fiestas populares tradicionales que han superado fronteras y son conocidas prácticamente en todo el mundo son los Carnavales de Venecia. Sin duda, uno de los motivos de este éxito se debe al uso de las máscaras, aunque hay que saber que no solo se utilizaban durante los carnavales si no también en otras fechas señaladas. El uso de las máscaras venecianas se remonta hacia el año 1265 aunque algunos años después ya se promulgó una ley que limitaba su uso.

Las máscaras se hicieron muy populares ya que favorecían el anonimato, anulaban las distancias sociales, permitían transgredir normas y propiciaban los encuentros de amantes con total discreción. Las máscaras tuvieron su época álgida en los siglos XVII y XVIII en los que era casi de uso diario incluso en reuniones del consistorio u otras de alto nivel político. Sin embargo, las máscaras también facilitaban la vida a ladrones y delincuentes y hubo que modificar las leyes para prohibir el uso de las máscaras que prácticamente quedo limitado a los días de carnaval. Esto casi acabó con una actividad que daba empleo a numerosos artesanos mascherai.

Una de las máscaras más reconocidas durante una época fue la que usaron los médicos tras la epidemia de peste de 1630. Esa máscara destacaba por una nariz prominente donde se colocaba un pañuelo perfumado para combatir el olor que desprendían los cadáveres y… para evitar el contagio.

Así pues, el uso de la mascarilla como elemento para prevenir incciones no es algo novedoso y se ha usado en diferentes epidemias y pandemias como la peste, la gripe española, la gripe aviar o la gripe de Hong Kong.

¿Pero es realmente eficaz el uso de la mascarilla? La respuesta es sí cuando se usan adecuadamente y para ello aquí van unas recomendaciones:

  • Cubre completamente la boca, la nariz y el mentón.
  • Asegúrate de que esté bien ajustada.
  • No toques la mascarilla una vez la tengas puesta. Si la tocas lávate las manos o límpialas con desinfectante. 
  • Si la mascarilla se moja o se ensucia, cámbiala por otra limpia.
  • Quítate la mascarilla sin tocar la parte delantera.
  • Lávate las manos inmediatamente después de quitarte la mascarilla.
  • Lava regularmente las mascarillas de tela en la lavadora o a mano. (Se pueden lavar junto con el resto de la ropa).
  • Hay que saber que no deben usar mascarilla los menores de 2 años ni las personas con problemas respiratorios.
  • Finalmente, ¡recuerda que la mascarilla no debe sustituir al distanciamiento físico!

 

 

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