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La anosmia es la incapacidad de percibir olores, es decir la pérdida del olfato. Esta pérdida puede ser temporal, en ocasiones de larga duración o permanente y puede ser congénita (de nacimiento) o adquirida.

Es importante saber que la anosmia es un síntoma y no es un diagnóstico. Afortunadamente, las causas de anosmia son mayoritariamente benignas y en consecuencia el pronóstico general es bueno, aunque la pérdida de olfato puede ser causa de riesgo al impedir que se perciban olores nocivos.

Dada la relación entre olfato y gusto la anosmia impide disfrutar del sabor de los alimentos y en consecuencia afecta significativamente a la calidad de vida de los que la padecen. 

¿Cuáles son las causas de anosmia?

En primer lugar, debemos destacar que el olfato se pierde con la edad. En un estudio realizado en USA, se vio que en el grupo de edad entre 40 y 49 años la prevalencia de la alteración del olfato era del 4%, mientras que en el grupo de edad entre los 70 y los 79 años era del 25% y el porcentaje alcanzaba el 40% en los mayores de 80 años.

Dicho esto, la causa más frecuente de anosmia son los trastornos inflamatorios que afectan a la mucosa nasal y de los senos paranasales que incluyen la rinitis y la sinusitis, especialmente cuando hay pólipos.

Otra causa frecuente de anosmia es el traumatismo craneal ya que puede dañar las estructuras nasales ocasionando una obstrucción y la consiguiente acumulación de mucosidad en los senos y también pueden dañarse órganos y áreas olfativas. Afortunadamente, las neuronas olfativas tienen la capacidad de regenerarse y con el tiempo, dependiendo de la zona y la extensión de la lesión, se puede recuperar el olfato.

Los trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Levy también son causas, menos frecuentes, de anosmia.  Algunos estudios han relacionado la pérdida de olfato con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. 

En cuanto a causas adquiridas de anosmia, no podemos dejar de mencionar la infección por coronavirus (COVID-19), ya que alrededor del 50% de pacientes con esta enfermedad tienen anosmia con mucha frecuencia asociada a pérdida del gusto y con una duración media de un mes. 

En cuanto a causas congénitas de anosmia destacan los síndromes de Turner y Kallmann. 

El síndrome de Turner es la falta de un cromosoma X y por tanto sólo afecta a las mujeres. Se caracteriza por baja estatura, funcionamiento anormal de los ovarios y esterilidad.

El síndrome de Kallmann se debe a la producción nula o deficitaria de hormonas sexuales tanto en hombres como mujeres con las consiguientes alteraciones del desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales. 

Por último, hay una serie de medicamentos que pueden provocar alteraciones y pérdida el olfato: antihipertensivos (betabloqueantes, inhibidores de la ECA, dihidropiridina), antitiroideos y zinc intranasal entre otros.

¿Cuál es el tratamiento de la anosmia?

El tratamiento y el manejo de la anosmia dependen de la causa y si de esta puede responder al tratamiento o a cirugía.

Para todas las causas de anosmia, el tratamiento y el manejo dependen del tratamiento y manejo de la enfermedad subyacente y de si esa enfermedad es refractaria a la intervención médica.

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