Cada fosa nasal tiene una pequeña área con millones de receptores olfativos que son células nerviosas derivadas del propio sistema nervioso central.
Estos receptores envían la información a los bulbos olfatorios, situados en la parte posterior de la nariz. A su vez estos bulbos transmiten la información a centros del cerebro donde se procesa.
Cualquier persona ha experimentado como un olor estimula emociones y recuerdos de personas, lugares o situaciones.
Pero ¿cuántos y qué olores puede reconocer el sistema olfativo?
Se ha estudiado y se ha escrito mucho sobre la cantidad de olores que puede distinguir un ser humano. Las últimas investigaciones apuntan a que somos capaces de distinguir……billones de aromas.
Este estudio realizado en la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos ha identificado un mecanismo genómico mediante el cual un número finito de genes puede ayudar a distinguir un número aparentemente casi infinito de aromas.
Los receptores nasales son capaces de identificar un olor, de medir su intensidad, de buscar en la memoria para determinar si ya se ha olido anteriormente y de determinar si sin agradables o nocivos.
Otro investigador ha publicado que “el ser humano puede detectar y discriminar una extraordinaria gama de olores, somos más sensibles que los roedores y los perros para algunos de ellos y también tenemos la capacidad de seguir rastros de olor. Además, nuestros comportamientos y estados afectivos están influenciados por nuestro sentido del olfato»
Es bien sabido, además, que el olfato y el gusto son fisiológicamente interdependientes y la alteración de uno de estos sentidos afecta al otro.
Esta capacidad olfativa se puede ver disminuida o incluso anulada totalmente por diversas enfermedades. Actualmente se sabe que la perdida de olfato puede ser un síntoma precoz de enfermedad neurodegenerativa como por ejemplo el Alzheimer.
Sin embargo, otras enfermedades más frecuentes como el resfriado común, la rinitis y la sinusitis pueden afectar al olfato, sin olvidar, en estos tiempos a la COVID.
Una pérdida prolongada del olfato es un gran problema ya que el olfato Influye significativamente en el comportamiento humano, y como hemos comentado evoca recuerdos y emociones y forma percepciones.
Cuando la causa de la disminución o pérdida de olfato es la sinusitis, la mejoría se puede conseguir drenando la mucosidad acumulada en los senos paranasales.
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