Diversos ensayos clínicos han estimado que alrededor de un 10% de personas padecen algún trastorno olfativo. Este porcentaje se incrementa hasta el 25% en los mayores de 40 años, siendo más frecuentes en los hombres que en las mujeres.
Debido al COVID-19 se ha prestado atención a la pérdida del olfato y se ha incluido entre los síntomas de esta enfermedad.
Además del deterioro de la capacidad olfativa, es decir, la reducción del olfato (hiposmia) o la pérdida de este (anosmia), hay otros trastornos que deterioran el olfato, entre ellos la parosmia.
¿Qué es la parosmia?
Se denomina parosmia a un cambio en la percepción normal de los olores que puede hacer que un olor hasta entonces agradable como por ejemplo el de una taza de café se vuelva desagradable.
El tipo de olor que se percibe distinto cambia de una persona a otra y cuando afecta al olor de alimentos puede ocasionar que ya no les apetezca su comida favorita.
Algunas personas pueden percibir el mismo olor desagradable frente a distintos aromas (rosas, naranjas, etc.)
¿Qué causa la parosmia?
No se conoce con precisión la razón exacta por la que ocurre la parosmia, aunque hay varias causas que la favorecen. Lo más frecuente es que la parosmia aparezca después de una infección vírica de las vías respiratorias superiores, como por ejemplo sinusitis.
En estas ocasiones la pérdida de olfato pasa posteriormente a parosmia.
Los trastornos craneoencefálicos y las enfermedades que puedan afectar a las partes del sistema nervioso central que procesan el olfato pueden desencadenar en parosmia.
El tabaquismo y la exposición a sustancias químicas pueden dañar el sistema olfativo y con el tiempo pueden causar parosmia.
¿Cuánto dura la parosmia?
No hay una duración determinada y hay una gran variación entre las personas que la padecen desde días a años. El tiempo de recuperación varía según la causa y el tratamiento.
La buena noticia es que la aparición de parosmia tras una pérdida de olfato significa que los nervios olfatorios se están recuperando.
¿Cómo se trata la parosmia?
El primer paso es tratar la causa, obviamente cuando se conoce y existe tratamiento.
Un tratamiento que ha surgido como una opción simple y sin efectos secundarios para diversas causas de pérdida del olfato es el entrenamiento olfativo. Esta terapia consiste en el olfateo consciente de al menos cuatro olores diferentes mínimo dos veces al día durante varios meses.
Finalmente, cabe destacar que alrededor del 80% de las personas que padecen sinusitis crónica tiene alteración / pérdida del olfato. Los síntomas de esta enfermedad se deben a la acumulación de mucosidad en los senos paranasales y por consiguiente el alivio se consigue drenando esa mucosidad. Esto es precisamente lo que hace Nasodren®.
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